Santôka (1882 – 1940) fue un monje zen errante, conocido como “unsui”; fue, quizá, el creador más célebre y conocido del haiku de forma libre. Cuando tenía cerca de cuarenta años, se convierte en monje budista para intentar cambiar su vida de bebedor asiduo. Con su sombrero de bambú (kasa), su cuenco de mendigar (tepatsu) y sus hábitos de monje (hoe), recorre Japón escribiendo poesía.
Al igual que Hôsai, la vida de Santôka fue una existencia extrema de aislamiento del mundo común (inton). La obra de estos dos poetas refleja un mundo de ascetismo acompañado con una sensibilidad viva y penetrante. La materia poética de la poesía de Santôka no es, sin embargo, tan variada como la de Hôsai. Los temas principales de Santôka y más abundantes son: la errancia, la vida en la naturaleza, la mendicidad, la nostalgia en la vuelta al hogar y la belleza de la naturaleza. La materia poética de Hôsai no se limita a ideas fijas o recurrentes, aunque las imágenes infantiles, de ventanas y de sombras aparecen con relativa asiduidad. Sus temas son tan variados que se le critica, a menudo, por la utilización de imágenes no poéticas. En la selección que sigue de poemas de Hôsai se observará la gran cantidad de temas que emplea.
No se sabe con certeza si Hôsai y Santôka se encontraron alguna vez, pero se sabe que ambos leyeron respectivamente sus haikus en la revista de Seisensui, “Soûn”. Parece evidente que los dos se influenciaron mutuamente y que, algunas veces, mantien
en un diálogo a través de
sus versos. El poema de Hôsai:
un cuervo desaparece en silencio
tuvo como respuesta este de Santôka:
un cuervo grazna
yo también estoy solo
(Continuará)
Muchas gracias Antonio, que bueno que sigas escribiendo sobre estos grandes poetas...
ResponderEliminarTe sigo leyendo cada vez
Saludoa amigo Antonio
Muy bueno, Antonio.
ResponderEliminarGracias por continuar con estas entregas interesantes.
Se siente la proximidad del haijin, su vida y su camino.
El haiku, una vez más, nos acerca y nos conmueve.
Un abrazo.
Xaro y Juan Carlos, gracias a ambos.
ResponderEliminarCreed que no está suponiendo gran esfuerzo este trabajo. Es más un placer, para mi, el poder saber, conocer y transmitir más sobre Hôsai y Santôka, haijines a los que quizá por cercanía temporal u otras causas admiro.
Un abrazo
Me gustan mucho estas entradas tan interesantes. Muchas gracias Antonio, aunque digas que no te suponen un gran esfuerzo, lo que sí que demuestran es generosidad al compartirlas con todos.
ResponderEliminarUn abrazo y nos seguimos leyendo.
Mercedes.
¡Gracias, Mercedes!
ResponderEliminarUn abrazote manchego. ;-)